El Ivy Style, el clasicismo que nunca pasa de moda
Dicen que la moda es cíclica y que en ella todo vuelve, se reinventa y nunca desaparece. Pues qué mejor tendencia que el Ivy Style para hacer gala de tal afirmación. Un estilo perenne en el que el clasicismo y la atemporalidad se dan la mano y conforman una tendencia en la que la elegancia prima por encima de todo. Trajes y corbatas clásicas, camisas Oxford, cárdigans y chalecos, suéteres, pantalones chinos… todas ellas son prendas ivie que nunca dejan de estar de moda.
Una tendencia con personalidad y duradera en el tiempo
Estéticamente, el estilo Ivy es lo que hoy en día podríamos catalogar de estilo clásico, también denominado por otros y con cierto matiz peyorativo como pijo. Pese a sus detractores, destaca por haberse mantenido durante más de medio siglo con más o menos adeptos y en alternancia y convivencia con otras tendencias.
De hecho, su influencia ha sido tremenda y salvo las actualizaciones temporales de los colores o del material, las prendas estandarte del Ivy Style siguen siendo las que triunfaron en los 50. Mocasines, sustituidos por náuticos en la época veraniega, pantalones chinos o bermudas de corte recto para el calor y camisas con cuello abotonado o las populares Oxford.
Al pensar en el torso es donde encontramos los mayores exponentes de la moda ivy: chalecos, cárdigans, blazers y chaquetas de punto. Precisamente la popular chaqueta Harrington, tan británica e icónica de corrientes posteriores, tiene su origen en el Ivy Style. Y, como no podía ser de otra forma, las corbatas.
Los primeros ivies las utilizaban constantemente, sobre todo con trajes, tan lucidos por los hombres en aquellos tiempos. Eso sí, siendo tremendamente selectivos en ellas. Así mismo, las corbatas con rayas Navy y las corbatas Ascot, al igual que las pajaritas, fueron de los artículos más emblemáticos de este estilo, que cuenta con más de 60 años de vida.
¿Qué es la Ivy League? El origen del estilo Ivy
¿Su origen? En la década de los 50, en la Ivy League norteamericana (confederación de las universidades del nordeste de Estados Unidos). Yale, Princeton, Harvard, Columbia… Los jóvenes que estudiaban en ellas comenzaron a representar un estilo propio y, a la vez, diferenciador. Una forma de vestir que reflejaba su pertenencia a una élite social e intelectual, pero que, a la vez, buscaba diferenciarse de la generación de sus padres.
Por lo tanto, el estilo Ivy, muy asociado con masculinidad en sus inicios, comenzó a verse reflejado en el clasicismo de las corbatas, los trajes y las chaquetas. El ivie de entonces, juvenil, combinaba estas prendas típicas de su entorno con aquellas pensadas para la práctica de deportes de marcado carácter exclusivo (chalecos, cárdigans y suéteres). Eso sí, con una querencia por los colores armoniosos y poco llamativos. Es por eso que comenzó asociándose más a épocas como el otoño o el invierno. En definitiva, nació un estilo clásico y elegante, pero con un toque atrevido y juvenil implícito en sus primeros representantes.
Las figuras más relevantes en esta corriente
Así, esta nueva corriente se asentaría en Estados Unidos y en el mundo desde finales de los 50 hasta principios de los 70. Convivió con la moda greaser, tan propia de la clase obrera de la época, como bien refleja la película Grease (1978), y acabó su auge con la llegada de la contracultura hippie. No obstante, nunca ha desaparecido.
De hecho, su influencia ha sido tremenda en diseñadores e ilustres personajes que han acabado siendo representantes de este estilo tan clásico. Como exponente vistiéndolo podríamos citar a John Fitzgerald Kennedy, pero centrándonos en el mundo del diseño Ralph Lauren fue uno de los que más lo trabajó y su marca es hoy en día una de las que mejor refleja de los valores del Ivy Style. Otras como Tommy Hilfiger,Brooks Brothers o J.Press son también claros ejemplos.
Las diferencias entre el estilo preppy y el Ivy Style
Precisamente el marcado toque clásico del estilo Ivy es lo que ha hecho que pueda mantenerse durante todos estos años como una tendencia de moda siempre actual. Ligeros matices y el uso de los colores es lo que ha ido variando con el paso del tiempo y es por ello que a veces se confunde con lo que se conoce como estilo preppy.
No obstante, a pesar de que ambas corrientes apuestan por el clasicismo, el preppy se diferencia porque suele ser mucho más animado a la hora de incorporar y combinar colores. Se aleja de esa idea de representar al dedillo a los jóvenes de la Ivy League, como sí perseguían los ivies. La moda preppy sí que se anima introducir más colores y, sobre todo, algo más arriesgados que los tonos pastel. Es decir, una apuesta por lo clásico con un toque de atrevimiento, que en origen es lo que dio vida al propio Ivy Style.
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